Probetas, tubos de ensayo, pipetas y demás materiales de laboratorio para la elaboración de fármacos y medicamentos, en una imagen en blanco y negro.

¿Fármacos o medicamentos?

Hoy en El País leí esta noticia:

«Dos fármacos» y «la combinación de un par de medicamentos»… ¿hablamos de lo mismo?

El artículo informa sobre el resultado de un estudio académico sobre nuevas estrategias contra el cáncer. Se trata de un estudio preliminar, todavía queda mucho trabajo por delante, pero es importantísimo que se investiguen alternativas para ofrecer a los pacientes cuando no funciona el tratamiento.

La noticia es clara y está bien redactada. Absolutamente recomendable, pero desde el punto de vista lingüístico resulta confuso el uso laxo de fármaco y medicamento. Este uso es muy frecuente y no está restringido a los textos divulgativos, sino que aparece también en publicaciones especializadas como Elsevier u otros sitios webs del ámbito médico.

En este caso, en la prensa para un público general, ambos términos se utilizan indistintamente a lo largo del artículo como si fuesen sinónimos. ¿Lo son? 

Hay muchos recursos para consultar en internet, de forma rápida y gratuita en la mayoría de los casos, pero hoy en día debemos ser muy cuidadosas en la elección de nuestras fuentes de información. No todos los resultados están validados ni son fiables. En español, tenemos la suerte de contar con el Diccionario de términos médicos, de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de acceso libre y gratuito. Una búsqueda rápida confirma nuestras sospechas: fármacos y medicamentos son cosas distintas.

El DTM define fármaco como una «sustancia química de origen natural o sintético que, al interactuar con un organismo vivo, produce una respuesta, sea esta beneficiosa o tóxica». Y medicamento como una «sustancia o combinación de sustancias con propiedades para el tratamiento o prevención de enfermedades en seres humanos o en animales, o que puede administrarse con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas, ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica, o de establecer un diagnóstico». 

Imagen oscura en la que se ve un blister con cápsulas blancas y rojas.
Foto de Fatima Shahid en Unsplash

Los fármacos o principios activos son las sustancias que producen el efecto farmacológico, los componentes activos de los medicamentos. Su denominación es universal y única a nivel estatal (p. ej., nivolumab). 

Para poder administrar los principios activos, hay que prepararlos en una forma farmacéutica o presentación (comprimidos, cápsulas, jarabes, supositorios, parches, etc.) adaptada a la vía de administración más adecuada y para ello se necesitan los excipientes.

Los excipientes son sustancias que no tienen actividad terapéutica y tienen un papel importante en la preparación, conservación y administración de los medicamentos. Algunos de ellos son de declaración obligatoria porque pueden estar relacionados con la aparición de problemas en algunos pacientes (alergias, intolerancias, etc.).

Ya sabemos entonces que un medicamento es la combinación de uno o más principios activos con excipientes en una forma farmacéutica adecuada para administrar al paciente para el tratamiento o la prevención de enfermedades en los seres humanos.

¿Un medicamento puede tener dos fármacos?

Sí, un medicamento puede contener varios fármacos o principios activos. Por ejemplo, los antigripales son medicamentos que combinan varios principios activos para frenar, calmar o combatir los síntomas que produce la gripe.

Pero ojo, un mismo fármaco o principio activo combinado con excipientes distintos son medicamentos distintos.

Para finalizar y afianzar conceptos, tomaremos como ejemplo el medicamento de la imagen que aparece a continuación.

(Captura de pantalla de la página del Centro de información online de medicamentos de la AEMPS-CIMA)

Su nombre comercial es Opdivo y en su composición contiene:

  • un principio activo: nivolumab
  • varios excipientes susceptibles de declaración obligatoria: citrato sódico deshidratado, cloruro sódico, manitol e hidróxido de sodio. En la ficha técnica aparece la lista completa de excipientes.

Su forma farmacéutica es un concentrado para solución para perfusión (en viales de 4, 10, 12 o 24 ml).

Espero haber aclarado algo los conceptos, pero siempre es posible que haya cometido errores. Si crees que es el caso o si quieres hablar más sobre terminología médica, no dudes en escribirme a través del formulario de contacto. Te responderé lo antes posible 🙂

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